Muchos empleadores exigen que sus dependientes se sometan a pruebas para confirmar que no están utilizando substancias ilegales durante el trabajo. En consecuencia, miles de trabajadores de Texas habrán pasado una prueba de drogas en cualquier ocasión. Y esto se aplica tanto a los trabajadores de salario mínimo en restaurantes de fast food, como a los empleados y funcionarios profesionales.
Las pruebas de drogas pueden ser bastante controvertidas y su legalidad ha sido puesta en duda muchas veces en el pasado por los grupos de protección de los derechos civiles y por los sindicatos. El estado de Texas tiene sus propias normas y reglas en pruebas de drogas – quién está autorizado a administrarlas, cuándo están permitidas legalmente, y cuándo pueden dar ocasión a un despido del trabajo.
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Las normas para las pruebas de drogas en el trabajo varían según se trate de un empleador en el sector privado o público. Prácticamente no hay límites sobre las pruebas que puede conducir un empleador privado. Sin embargo, los empleadores gubernamentales deben demostrar que hay una justificación apremiante para imponer pruebas de drogas. De no ser así, el sujetar sus empleados a este tipo de pruebas puede ser considerado como registros e incautaciones arbitrarios.
Los Motivos para la Pruebas de Drogas
Potencialmente los empleadores tienen muchos motivos válidos para administrar pruebas de drogas. Entre estos motivos se pueden considerar:
- La preocupación de que exista un problema de abuso de substancias nocivas entre los trabajadores
- Pólizas de seguros que exigen pruebas de drogas
- Funciones del trabajo que demandan sobriedad
- Normas estatales o federales
- Controlar y minimizar el número de accidentes o crímenes en el trabajo
Las Pruebas de Drogas en Texas
El Estado de Texas exige de las empresas que emplean 15 o más personas a mantener políticas integrales de reducción del uso de drogas, que, en su mayoría, incluyen pruebas de drogas. El empleador está obligado a comunicar su política a sus empleados por escrito para la firma de los trabajadores. Los empleadores no están autorizados a administrar las pruebas a empleados que no hayan consentido por escrito. Los empleados tienen la opción de no firmar pero los empleadores también tienen la opción de despedirlos por no haber firmado.
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Algunos empleadores eligen de administrar las pruebas antes de contratar a los empleados y hacer una pre-selección. Otra opción es de aplicar pruebas aleatorias varias veces durante el año entre los empleados que hacen parte de su equipo. Esto es perfectamente legal en Texas, para los empleadores privados. Tanto los empleados públicos como los privados corren el riesgo de ser despedidos si no pasan sus pruebas de drogas.
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